El encantador de pavas

Henos aquí reunidos, en la calefaccionada ciudad de Yerba Ilustrada, para transmitir el mensaje más trascendental ocurrido entre recién y ahora.

(Q'Chuflo Vonetth)

-¡Poné la pava! ¡Presto! -es lo que nos dice la mente suprema de Milanesa- ¡Poné la pava que el agua va'rbir!

Todas estas palabras tan sorpresivas (y un poco locas) agitan nuestro ñoño interior derecho. Y al cabo de unos segundos, Nahuel pone la pava.

Listo. Ojo, que esto es en vivo. El primer libro escrito en vivo de la Histeria. No sea salame, lea bien. La cultura y la ignorancia son una misma cosa, como el salame y cantar una canción de Palito Ortega. Todo es lo mismo, en definitiva.

Lógico. Nahuel pone la pava. Necesito una secretaria secreta. Ahora enfoque su atención en los royos catádicos y aguante la respiración por siete minutos y parpadée setenta veces con el ojo izquierdo. Listo.

En definitiva, ahorita, el problema, como bien lo dijo el sabio loco, ante la contemplación del maravilloso instrumento ficticio de la realidad, es encontrar la causa, o sea, decidir quién será el afortunado sebador del Spatial Pucher's Universe in the Mate. Sólo gente muy bella y radioactiva recibe la encomienda celestial del designio tecnológico. Lógico.

Nombre clave: sacar la pava. Puede parecer una mierda, pero se trata en realidad de una misión sumamente peligrosa: sebar un correcto mate.

Vamo' a ponerle alguna foto... algo.